jueves, 31 de diciembre de 2009
miércoles, 30 de diciembre de 2009
LA MENTE NO ES OTRA COSA QUE LA ACTIVIDAD CEREBRAL
Interesante articulo, donde se puede apreciar los procesos del cerebro y de la mente.
Desde el punto de vista educacional, esta es una conclusión muy interesante para los docentes, porque se convierte en un instrumento de motivación de primer orden.
Los políticos lo saben muy bien. Si pensamos en Goebbels, él lo sabía perfectamente. Y bueno, no hay más que ver a Hitler agitando e impresionando las emociones de su auditorio. Si nos fijamos en las elecciones, la gente, ¿qué es lo que elige? ¿Hace un análisis lógico racional? Nada de eso. Si la libertad es una ficción cerebral, como indican los experimentos al respecto, entonces la toma de decisiones se produce de manera inconsciente. Y cuando vamos a elegir, elegimos de manera inconsciente. Elegimos de acuerdo con nuestras simpatías o antipatías. Ni siquiera la economía afecta a la capacidad electiva de la gente. Es una cosa increíble. Es pura emoción.
¿Cómo se produce la percepción de la música en el cerebro? ¿Qué mecanismos actúan?
La fisiología de la audición. Es conveniente tener en cuenta, sin embargo, varias cosas que no se suelen saber. En primer lugar, que la vía que parte del oído interno, y llega hasta la corteza auditiva primaria, que está en el lóbulo temporal, no es una vía unidireccional. De la corteza bajan fibras que van a influir incluso hasta las células sensoriales, del órgano de Corti. Y modifican su sensibilidad.
Eso significa algo que la neurociencia sabe desde hace tiempo: que el cerebro es algo activo. No es una máquina de percepción pasiva. Y eso explica por qué muchas veces, la gente oye lo que quiere oír, o ve lo que quiere ver, o siente lo que quiere sentir, independientemente de la objetividad de la vivencia. Hay una proyección centrífuga, que va desde el centro hasta el oído, que interviene en muchas cosas. En la sensibilidad de las células sensoriales. Filtra información que no le interesa. Es lo que yo digo que explica el fenómeno del cocktail party, donde, a pesar de un ruido inmenso, yo puedo percibir perfectamente, aplacando el ruido, inhibiéndolo, y contrastando lo que me llega. Eso se hace por inhibición lateral. Hago que lo que me interesa sobresalga para escucharlo mejor. Es un mecanismo cerebral que está en todas partes, y es lo que explica que al cerebro no le interese la luminosidad, sino los contrastes. Una luminosidad durante un cierto tiempo mantenida, termina por no percibirse. Es el contraste lo que interesa al cerebro. Y probablemente, el dualismo del que le hablaba antes se explique por eso. El máximo contraste son las antinomias: justo e injusto. Y es probable que explique también la creación de dioses y demonios. Porque, por ejemplo, nosotros decimos: “Dios es infinito”. Pero, ¿quien conoce aquí lo que es infinito?
Usted ha analizado las relaciones entre la música y el lenguaje. ¿Cree que pueden darse independientemente?
Yo no lo sé. Hay gente que dice que es un origen común, que es una mezcla, una especie de “musilenguaje”. Lo que está claro es que es un medio de comunicación, y como tal, sus características están repartidas en distintas partes del cerebro. Igual que la visión. En el macaco, por ejemplo, hay 32 áreas dedicadas a la visión en el cerebro. Se dedican al análisis de las características: color, forma, movimiento. Es decir, que en cualquiera de las funciones mentales ocurre exactamente lo mismo. Igual que la inteligencia está distribuida en muchos lugares en el cerebro, la música y el lenguaje también lo están. Hay sitios especializados en determinadas características que después el cerebro tiene que unificar de alguna manera. Es el problema que está planteado ahora en neurociencia de manera más aguda: el problema de la unión. Nuestras vivencias son homogéneas, son continuas, son holísticas, globales. Cuando vemos a una persona, vemos un conjunto, no lo separamos. El cerebro separa las características distintas. Y lo que se plantea es, ¿cómo las une de nuevo? Parece ser que lo hace con determinadas frecuencias de ondas cerebrales de unos 40 hercios que unifican todas las áreas, que pasan como una especie de peine por toda la corteza cerebral.
¿Se sabe cuál es el origen de la inspiración?
Yo participo en un blog en Tendencias21, en el que soy el responsable de neurociencia y donde hablo de ello. No sabemos por qué el hombre se puso a pintar en las paredes. Todas las funciones mentales tienen diferencias entre los seres humanos. Hay personas muy musicales y otras que no están dotadas. Pero necesitan un entorno adecuado. Si Mozart no hubiera tenido a su padre que fomentó el sentido musical en él desde una edad muy temprana, o nace en África, nos hubiera dejado sin música.
De alguna manera, las condiciones ambientales también influyen.
No se puede hacer diferencia entre la carga genética y el medio ambiente. Y el ejemplo más claro es el lenguaje. Noam Chomski dice que el lenguaje es algo genético porque no hay manera de entender la velocidad con la que el niño aprende el lenguaje. Ninguna teoría sobre el aprendizaje nos explica esa velocidad. Entonces dice que tiene que ver con la predisposición genética. Ahora eso ya está admitido, pero se sabe también que la predisposición genética, si no encuentra un entorno parlante, no se desarrolla. Los niños lobo, éstos que se descubrieron en la India, o en Francia, que se criaron como fieras, nunca jamás hablaron bien. Porque ya pasó su época crítica de aprendizaje del lenguaje, cuando los genes se expresan con un entorno apropiado.
¿Se necesita el medio ambiente para toda expresión génica? Para todo. Incluida la música, la inteligencia, cualquier función mental. Necesita un entorno adecuado para desarrollarse. Si no lo tiene, no se desarrolla. Entonces preguntarse qué tiene más importancia, si el medio ambiente o los genes, no tiene sentido, porque la interacción es intensa. Aparte de eso, los genes son el resultado de la interacción del organismo con el medio ambiente. Además de que el medio ambiente ha influido en la generación de esos genes, es que éstos no se pueden expresar si no hay un medio adecuado. ¿Cómo vamos a separar, entonces, el medio ambiente de los genes? Es imposible.
Esta entrevista fue publicada originalmente por la Unidad de Información Científica de la OTRI de la Universidad Complutense de Madrid. Se reproduce con autorización.

Francisco Rubia: la mente no es otra cosa que la actividad cerebral
Tenemos una predisposición genética a la espiritualidad, señala el Director de la Unidad de Cartografía Cerebral del Instituto Pluridisciplinar
La mente no es otra cosa que la actividad cerebral, declara en la siguiente entrevista el profesor Francisco Rubia, director de la Unidad de Cartografía Cerebral del Instituto Pluridisciplinar, una institución de investigación científica y médica próxima a la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. Añade que tenemos una predisposición genética a la espiritualidad y que se pueden provocar experiencias místicas estimulando estructuras del sistema emocional del cerebro. En estos experimentos se ha visto que los seres espirituales que se aparecen son siempre de la misma religión del sujeto estudiado. Considera asimismo que la libertad es una ficción cerebral, y que la toma de decisiones se produce de manera inconsciente. Por Rafael Cordero Avilés.
La música y el cerebro son dos elementos que no suelen relacionarse a primera vista. ¿Cómo se interesó usted por esta relación?
La gente piensa que las influencias emocionales van al corazón, y eso, evidentemente, no es cierto. Antes se creía que la mente estaba en el corazón, pero hace muchos años que sabemos que está en el cerebro. Alcmeón de Crotona, en Grecia, en el siglo VI a. C., ya dijo que era cuestión cerebral y no del corazón. Tenemos la impresión, porque la frecuencia cardiaca se modifica, que las emociones afectan fundamentalmente al corazón, pero es el cerebro el que lo preside todo.
La música ha ido acompañando al desarrollo de la civilización de manera inseparable.
Ahora que la neurociencia está avanzando mucho, está estudiando las funciones mentales, cosa que antes estaba casi prohibida porque se consideraba que eran funciones anímicas y, por lo tanto, no eran accesibles al método científico. Pero eso ya pasó a la historia. Ahora lo que ocurre es que estamos estudiando temas como la consciencia, la espiritualidad, la libertad y otros, con métodos neurocientíficos. La música, la religión y el arte proceden de una época del ser humano que se remonta al momento en el que se produce la explosión cultural, aproximadamente hace unos 50.000 años. Hay una hipótesis que indica que se produjo una mutación, porque el Homo sapiens moderno tiene una antigüedad de unos 200.000 años y hasta hace unos 50.000 no se produjo la explosión cultural. Y en esa mutación cultural estarían la música, la religión y el arte. Son funciones cerebrales que hay que estudiar, igual que cualquier otra.
Se habla del origen histórico y social de la música, dentro de la noche de los tiempos y el origen de la humanidad, y de ese factor de cohesión que produce en el grupo integración y socialización. ¿Es éste un análisis correcto?
Si. Yo creo que es una hipótesis muy plausible. Porque no se sabe todavía cuál ha sido el valor de supervivencia de la música. Con la religión pasa igual, se supone que produce cohesión social. Lo que parece que está claro es que tenemos una predisposición genética a la espiritualidad. Hoy día se pueden provocar experiencias místicas estimulando estructuras del sistema emocional del cerebro. La religión es un fenómeno social y la espiritualidad es un fenómeno individual. Son dos cosas distintas. Pero no hay religión sin espiritualidad, al igual que sí hay espiritualidad sin religión. Plotino, que era un filósofo neoplatónico, y no era cristiano, tuvo experiencias místicas y no era religioso. Y los ateos pueden tener estas experiencias también. Luego hay una espiritualidad sin religión, pero no hay una religión sin espiritualidad.
Desde el punto de vista de la neurociencia, ¿cómo se explicarían estas experiencias místicas? ¿Se puede descartar un origen sobrenatural?
Eso depende de la persona. Depende de la opción personal que tenga. Si es un creyente, interpreta que si no tuviéramos esas estructuras que generan la experiencia religiosa, el ser humano no podría comunicarse con dios. Si no tenemos un órgano para ver, no vemos. Esa sería la interpretación de los creyentes. Los no creyentes lo pueden interpretar de otra manera. Ahí tenemos una que es la que origina la religión. Los dioses serían una proyección hacia el exterior de unas figuras que nosotros pensamos. En los experimentos que se han realizado para provocar la experiencia mística, lo que se ha visto es que los seres espirituales que se aparecen en dichas experiencias a los sujetos objeto del experimento, son siempre seres espirituales de su misma religión.
¿Pero eso se ha podido cuantificar en un laboratorio?
Eso no se puede cuantificar, de ninguna manera. Estos experimentos se hicieron en Canadá, hace unos veinte años, entre estudiantes de distinta procedencia cultural: indios, cristianos, budistas, musulmanes y ante esa experiencia ellos refieren que han hablado o han tenido relaciones con seres espirituales, pero siempre de su misma religión. Eso resulta llamativo, porque indica que, de alguna manera, esos seres con los que se comunican en el curso de la experiencia son seres que se encuentran en la memoria del sujeto. Y lo que no tienen en la memoria no aparece. Un budista nunca diría que ha visto a la Virgen María en una de sus experiencias o trances místicos. Esto es así y que cada uno lo interprete como quiera.
¿Por qué un neurocientífico se ha interesado por la relación entre la música y el cerebro?
Parafraseando a Publio Terencio, diría aquello de que nada de lo cerebral me es ajeno. A mi me interesan, sobre todo, las funciones mentales. Porque durante mucho tiempo hemos estado despreciando al cerebro como sede de las funciones mentales, pensando que procedían de un ente inmaterial que de ninguna manera se ha podido probar que exista. Resulta incomprensible que un ente inmaterial, como el alma, que no tiene energía, pueda interaccionar con la materia que es el cerebro, porque para mover la energía se necesita energía, luego eso contradice las leyes de la termodinámica. Eso lo hemos mantenido desde el siglo XVII, desde la época de Descartes hasta hoy -quien por cierto, separó, tajantemente, el cuerpo del alma para poder estudiar el cuerpo sin entrar en conflicto con la Iglesia-. Por eso se le considera el padre de la Anatomía, de la Fisiología, y de la ciencia moderna, porque abre el campo al estudio del cuerpo humano y sus funciones. Lo que en un tiempo fue una ventaja se ha convertido en una rémora que nos ha impedido trabajar en el cerebro con el método científico, como fuente de las funciones mentales, que es lo que es. La mente no es otra cosa que la actividad cerebral. En eso, hoy día, la inmensa mayoría de los neurocientíficos están de acuerdo.
Actualmente, ¿qué grado de conocimiento tenemos del cerebro?
Nos falta una inmensa cantidad de conocimientos, por varias razones. En primer lugar, porque el conocimiento sobre las funciones mentales está aún en pañales, gracias a ese dualismo que nos ha caído como una losa para el desarrollo del estudio del cerebro. Y en segundo lugar, porque el estudio de las funciones cerebrales es muy reciente. En el libro El fantasma de la libertad menciono que de los más de 11 millones de bits de información por segundo que llegan al cerebro procedentes de los sentidos y de la piel, la conciencia maneja aproximadamente 16 bits. ¿Significa eso que toda esa información que entra se pierde? Yo creo que no. Mucha va a la memoria implícita, como se ha descubierto recientemente, de la que no tenemos ni idea. Cualquier cosa que percibimos la comparamos automáticamente y de manera inconsciente con lo que tenemos almacenado en la memoria, para ver si es peligroso o no. De todo lo que almacenamos en la memoria, nadie tiene control consciente. ¿Quién determina lo que se almacena en ella? El sistema emocional que funciona de manera inconsciente. Porque a mayor carga emocional, mayor impresión deja en la memoria. Por eso tenemos recuerdos de la juventud. Por ejemplo, un niño que se enamora de su maestra, y eso jamás se le olvida. Sin embargo, aprender una asignatura árida, que no tiene un contenido emocional, le cuesta un trabajo enorme.
La gente piensa que las influencias emocionales van al corazón, y eso, evidentemente, no es cierto. Antes se creía que la mente estaba en el corazón, pero hace muchos años que sabemos que está en el cerebro. Alcmeón de Crotona, en Grecia, en el siglo VI a. C., ya dijo que era cuestión cerebral y no del corazón. Tenemos la impresión, porque la frecuencia cardiaca se modifica, que las emociones afectan fundamentalmente al corazón, pero es el cerebro el que lo preside todo.
La música ha ido acompañando al desarrollo de la civilización de manera inseparable.
Ahora que la neurociencia está avanzando mucho, está estudiando las funciones mentales, cosa que antes estaba casi prohibida porque se consideraba que eran funciones anímicas y, por lo tanto, no eran accesibles al método científico. Pero eso ya pasó a la historia. Ahora lo que ocurre es que estamos estudiando temas como la consciencia, la espiritualidad, la libertad y otros, con métodos neurocientíficos. La música, la religión y el arte proceden de una época del ser humano que se remonta al momento en el que se produce la explosión cultural, aproximadamente hace unos 50.000 años. Hay una hipótesis que indica que se produjo una mutación, porque el Homo sapiens moderno tiene una antigüedad de unos 200.000 años y hasta hace unos 50.000 no se produjo la explosión cultural. Y en esa mutación cultural estarían la música, la religión y el arte. Son funciones cerebrales que hay que estudiar, igual que cualquier otra.
Se habla del origen histórico y social de la música, dentro de la noche de los tiempos y el origen de la humanidad, y de ese factor de cohesión que produce en el grupo integración y socialización. ¿Es éste un análisis correcto?
Si. Yo creo que es una hipótesis muy plausible. Porque no se sabe todavía cuál ha sido el valor de supervivencia de la música. Con la religión pasa igual, se supone que produce cohesión social. Lo que parece que está claro es que tenemos una predisposición genética a la espiritualidad. Hoy día se pueden provocar experiencias místicas estimulando estructuras del sistema emocional del cerebro. La religión es un fenómeno social y la espiritualidad es un fenómeno individual. Son dos cosas distintas. Pero no hay religión sin espiritualidad, al igual que sí hay espiritualidad sin religión. Plotino, que era un filósofo neoplatónico, y no era cristiano, tuvo experiencias místicas y no era religioso. Y los ateos pueden tener estas experiencias también. Luego hay una espiritualidad sin religión, pero no hay una religión sin espiritualidad.
Desde el punto de vista de la neurociencia, ¿cómo se explicarían estas experiencias místicas? ¿Se puede descartar un origen sobrenatural?
Eso depende de la persona. Depende de la opción personal que tenga. Si es un creyente, interpreta que si no tuviéramos esas estructuras que generan la experiencia religiosa, el ser humano no podría comunicarse con dios. Si no tenemos un órgano para ver, no vemos. Esa sería la interpretación de los creyentes. Los no creyentes lo pueden interpretar de otra manera. Ahí tenemos una que es la que origina la religión. Los dioses serían una proyección hacia el exterior de unas figuras que nosotros pensamos. En los experimentos que se han realizado para provocar la experiencia mística, lo que se ha visto es que los seres espirituales que se aparecen en dichas experiencias a los sujetos objeto del experimento, son siempre seres espirituales de su misma religión.
¿Pero eso se ha podido cuantificar en un laboratorio?
Eso no se puede cuantificar, de ninguna manera. Estos experimentos se hicieron en Canadá, hace unos veinte años, entre estudiantes de distinta procedencia cultural: indios, cristianos, budistas, musulmanes y ante esa experiencia ellos refieren que han hablado o han tenido relaciones con seres espirituales, pero siempre de su misma religión. Eso resulta llamativo, porque indica que, de alguna manera, esos seres con los que se comunican en el curso de la experiencia son seres que se encuentran en la memoria del sujeto. Y lo que no tienen en la memoria no aparece. Un budista nunca diría que ha visto a la Virgen María en una de sus experiencias o trances místicos. Esto es así y que cada uno lo interprete como quiera.
¿Por qué un neurocientífico se ha interesado por la relación entre la música y el cerebro?
Parafraseando a Publio Terencio, diría aquello de que nada de lo cerebral me es ajeno. A mi me interesan, sobre todo, las funciones mentales. Porque durante mucho tiempo hemos estado despreciando al cerebro como sede de las funciones mentales, pensando que procedían de un ente inmaterial que de ninguna manera se ha podido probar que exista. Resulta incomprensible que un ente inmaterial, como el alma, que no tiene energía, pueda interaccionar con la materia que es el cerebro, porque para mover la energía se necesita energía, luego eso contradice las leyes de la termodinámica. Eso lo hemos mantenido desde el siglo XVII, desde la época de Descartes hasta hoy -quien por cierto, separó, tajantemente, el cuerpo del alma para poder estudiar el cuerpo sin entrar en conflicto con la Iglesia-. Por eso se le considera el padre de la Anatomía, de la Fisiología, y de la ciencia moderna, porque abre el campo al estudio del cuerpo humano y sus funciones. Lo que en un tiempo fue una ventaja se ha convertido en una rémora que nos ha impedido trabajar en el cerebro con el método científico, como fuente de las funciones mentales, que es lo que es. La mente no es otra cosa que la actividad cerebral. En eso, hoy día, la inmensa mayoría de los neurocientíficos están de acuerdo.
Actualmente, ¿qué grado de conocimiento tenemos del cerebro?
Nos falta una inmensa cantidad de conocimientos, por varias razones. En primer lugar, porque el conocimiento sobre las funciones mentales está aún en pañales, gracias a ese dualismo que nos ha caído como una losa para el desarrollo del estudio del cerebro. Y en segundo lugar, porque el estudio de las funciones cerebrales es muy reciente. En el libro El fantasma de la libertad menciono que de los más de 11 millones de bits de información por segundo que llegan al cerebro procedentes de los sentidos y de la piel, la conciencia maneja aproximadamente 16 bits. ¿Significa eso que toda esa información que entra se pierde? Yo creo que no. Mucha va a la memoria implícita, como se ha descubierto recientemente, de la que no tenemos ni idea. Cualquier cosa que percibimos la comparamos automáticamente y de manera inconsciente con lo que tenemos almacenado en la memoria, para ver si es peligroso o no. De todo lo que almacenamos en la memoria, nadie tiene control consciente. ¿Quién determina lo que se almacena en ella? El sistema emocional que funciona de manera inconsciente. Porque a mayor carga emocional, mayor impresión deja en la memoria. Por eso tenemos recuerdos de la juventud. Por ejemplo, un niño que se enamora de su maestra, y eso jamás se le olvida. Sin embargo, aprender una asignatura árida, que no tiene un contenido emocional, le cuesta un trabajo enorme.
Desde el punto de vista educacional, esta es una conclusión muy interesante para los docentes, porque se convierte en un instrumento de motivación de primer orden.
Los políticos lo saben muy bien. Si pensamos en Goebbels, él lo sabía perfectamente. Y bueno, no hay más que ver a Hitler agitando e impresionando las emociones de su auditorio. Si nos fijamos en las elecciones, la gente, ¿qué es lo que elige? ¿Hace un análisis lógico racional? Nada de eso. Si la libertad es una ficción cerebral, como indican los experimentos al respecto, entonces la toma de decisiones se produce de manera inconsciente. Y cuando vamos a elegir, elegimos de manera inconsciente. Elegimos de acuerdo con nuestras simpatías o antipatías. Ni siquiera la economía afecta a la capacidad electiva de la gente. Es una cosa increíble. Es pura emoción.
¿Cómo se produce la percepción de la música en el cerebro? ¿Qué mecanismos actúan?
La fisiología de la audición. Es conveniente tener en cuenta, sin embargo, varias cosas que no se suelen saber. En primer lugar, que la vía que parte del oído interno, y llega hasta la corteza auditiva primaria, que está en el lóbulo temporal, no es una vía unidireccional. De la corteza bajan fibras que van a influir incluso hasta las células sensoriales, del órgano de Corti. Y modifican su sensibilidad.
Eso significa algo que la neurociencia sabe desde hace tiempo: que el cerebro es algo activo. No es una máquina de percepción pasiva. Y eso explica por qué muchas veces, la gente oye lo que quiere oír, o ve lo que quiere ver, o siente lo que quiere sentir, independientemente de la objetividad de la vivencia. Hay una proyección centrífuga, que va desde el centro hasta el oído, que interviene en muchas cosas. En la sensibilidad de las células sensoriales. Filtra información que no le interesa. Es lo que yo digo que explica el fenómeno del cocktail party, donde, a pesar de un ruido inmenso, yo puedo percibir perfectamente, aplacando el ruido, inhibiéndolo, y contrastando lo que me llega. Eso se hace por inhibición lateral. Hago que lo que me interesa sobresalga para escucharlo mejor. Es un mecanismo cerebral que está en todas partes, y es lo que explica que al cerebro no le interese la luminosidad, sino los contrastes. Una luminosidad durante un cierto tiempo mantenida, termina por no percibirse. Es el contraste lo que interesa al cerebro. Y probablemente, el dualismo del que le hablaba antes se explique por eso. El máximo contraste son las antinomias: justo e injusto. Y es probable que explique también la creación de dioses y demonios. Porque, por ejemplo, nosotros decimos: “Dios es infinito”. Pero, ¿quien conoce aquí lo que es infinito?
Usted ha analizado las relaciones entre la música y el lenguaje. ¿Cree que pueden darse independientemente?
Yo no lo sé. Hay gente que dice que es un origen común, que es una mezcla, una especie de “musilenguaje”. Lo que está claro es que es un medio de comunicación, y como tal, sus características están repartidas en distintas partes del cerebro. Igual que la visión. En el macaco, por ejemplo, hay 32 áreas dedicadas a la visión en el cerebro. Se dedican al análisis de las características: color, forma, movimiento. Es decir, que en cualquiera de las funciones mentales ocurre exactamente lo mismo. Igual que la inteligencia está distribuida en muchos lugares en el cerebro, la música y el lenguaje también lo están. Hay sitios especializados en determinadas características que después el cerebro tiene que unificar de alguna manera. Es el problema que está planteado ahora en neurociencia de manera más aguda: el problema de la unión. Nuestras vivencias son homogéneas, son continuas, son holísticas, globales. Cuando vemos a una persona, vemos un conjunto, no lo separamos. El cerebro separa las características distintas. Y lo que se plantea es, ¿cómo las une de nuevo? Parece ser que lo hace con determinadas frecuencias de ondas cerebrales de unos 40 hercios que unifican todas las áreas, que pasan como una especie de peine por toda la corteza cerebral.
¿Se sabe cuál es el origen de la inspiración?
Yo participo en un blog en Tendencias21, en el que soy el responsable de neurociencia y donde hablo de ello. No sabemos por qué el hombre se puso a pintar en las paredes. Todas las funciones mentales tienen diferencias entre los seres humanos. Hay personas muy musicales y otras que no están dotadas. Pero necesitan un entorno adecuado. Si Mozart no hubiera tenido a su padre que fomentó el sentido musical en él desde una edad muy temprana, o nace en África, nos hubiera dejado sin música.
De alguna manera, las condiciones ambientales también influyen.
No se puede hacer diferencia entre la carga genética y el medio ambiente. Y el ejemplo más claro es el lenguaje. Noam Chomski dice que el lenguaje es algo genético porque no hay manera de entender la velocidad con la que el niño aprende el lenguaje. Ninguna teoría sobre el aprendizaje nos explica esa velocidad. Entonces dice que tiene que ver con la predisposición genética. Ahora eso ya está admitido, pero se sabe también que la predisposición genética, si no encuentra un entorno parlante, no se desarrolla. Los niños lobo, éstos que se descubrieron en la India, o en Francia, que se criaron como fieras, nunca jamás hablaron bien. Porque ya pasó su época crítica de aprendizaje del lenguaje, cuando los genes se expresan con un entorno apropiado.
¿Se necesita el medio ambiente para toda expresión génica? Para todo. Incluida la música, la inteligencia, cualquier función mental. Necesita un entorno adecuado para desarrollarse. Si no lo tiene, no se desarrolla. Entonces preguntarse qué tiene más importancia, si el medio ambiente o los genes, no tiene sentido, porque la interacción es intensa. Aparte de eso, los genes son el resultado de la interacción del organismo con el medio ambiente. Además de que el medio ambiente ha influido en la generación de esos genes, es que éstos no se pueden expresar si no hay un medio adecuado. ¿Cómo vamos a separar, entonces, el medio ambiente de los genes? Es imposible.
Esta entrevista fue publicada originalmente por la Unidad de Información Científica de la OTRI de la Universidad Complutense de Madrid. Se reproduce con autorización.

martes, 29 de diciembre de 2009
COMO RETRASAR EL PASO DEL TIEMPO
Interesante poder descubrir este acontecimiento: "El tiempo"; muchos dicen que el tiempo es unidireccional, que va en una sola dirección, que es como una pileta cuya agua cae, y que fluye siempre al pasado. Ahora veo con este video de Youtubelo importante que es administrar SU TIEMPO. Muchas veces vemos que el día se nos va rápido y si tenemos 40 años o más este fenomeno se acrecienta. Aqui se explica que al llenar de emociones nuevas cada día, el TIEMPO se alarga pero si hacemos rutinario nuestro día NOS PARECE LENTO. Por ejemplo mi compadre R.S y su familia vinieron a visitarme por navidad, y que paso: EL TIEMPO SE DETUVO por decirlo así, duro más.........pero la verdad no quiero aburrirlos más y les invito a mirar el video.


lunes, 28 de diciembre de 2009
sábado, 26 de diciembre de 2009
jueves, 24 de diciembre de 2009
TEMBLORES Y TERREMOTOS LO SABRA UD. AL INSTANTE
En esta paginita, podrás ver al instante donde ocurrio sin tener que esperar las noticias.
http://neic.usgs.gov/neis/bulletin/neic_qpa3_esp.html

http://neic.usgs.gov/neis/bulletin/neic_qpa3_esp.html

miércoles, 23 de diciembre de 2009
viernes, 27 de noviembre de 2009
Un nuevo dispositivo atrapa células cancerígenas como si fueran moscas
Importantisimo artículo cientifico que no debemos dejar de leer.

La combinación de microchips y metamateriales posibilita la mejora de tratamientos
Científicos de la Universidad de California en Los Ángeles han desarrollado un novedoso dispositivo de tamaño nanométrico que atrapa células cancerígenas siguiendo un método similar al del papel pegajoso que se utiliza para capturar moscas. Se trata de un chip que está recubierto por un metamaterial llamado nanopillar, con el que se ha conseguido reducir el tiempo y aumentar la eficiencia de los diagnósticos. La importancia del invento radica en que ayudaría a detectar a tiempo posibles metástasis, que son la principal causa de muerte en enfermos de cáncer. Por Yaiza Martínez.
Científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) han desarrollado un novedoso dispositivo de tamaño nanométrico que atrapa células cancerígenas siguiendo un método similar al del papel adhesivo que se utiliza para capturar moscas.
Según informa la UCLA en un comunicado las células cancerígenas presentes en la sangre y que se desprenden de los tumores, podrían quedar con este sistema inmovilizadas para su posterior estudio.
Estas células libres son conocidas como células tumorales circulantes (CTCs), y pueden proporcionar una información clave para el diagnóstico de la metástasis del cáncer, determinar el pronóstico del paciente, y ayudar a conocer la efectividad de las terapias aplicadas.
Biopsias líquidas
La metástasis, que es la causa más común de los fallecimientos de los enfermos de cáncer, se produce porque células cancerígenas sueltas abandonan el primer tumor y, circulando por la corriente sanguínea forman nuevas colonias celulares en otras partes del cuerpo.
Actualmente, los controles estándar del estado de los tumores consisten en análisis de muestras de biopsia de tumores sólidos, pero en los estados iniciales de la metástasis a menudo resulta difícil identificar el lugar nuevo donde biopsiar.
Si se pueden capturar las CTCs, los médicos podrían esencialmente realizar biopsias “líquidas”, permitiendo una temprana detección de la expansión de la enfermedad, así como mejorar el control de los tratamientos.
Hasta ahora, se habían desarrollado diversos métodos para rastreas las CTCs, pero el “papel para moscas” de los científicos de la UCLA parece ser más rápido y barato que dichos métodos, además de capturar muchas más células tumorales circulantes que éstos.
Recubierto por un metamaterial
En un estudio publicado por la revista especializada Angewandte Chemie, los científicos de la UCLA explican que el dispositivo consiste en un chip de silicio de entre uno y dos centímetros que está densamente recubierto por un metamaterial conocido como nanopillar.
Los metameteriales son materiales diseñados para poseer propiedades que no se encuentran disponibles en la Naturaleza. Estas propiedades se generan gracias a la estructura de dichos materiales, más que a su composición.
Para probar la efectividad del nanopillar como captor de células, los investigadores incubaron el chip en un cultivo con células de cáncer de pecho.
Al mismo tiempo, se realizó un experimento paralelo con un método de captura celular en el que se utilizó un chip de superficie plana. Ambas estructuras fueron recubiertas con una proteína que podía ayudar a reconocer y a atrapar células tumorales.
Así, se descubrió que la efectividad del chip de nanopillar en atrapar CTCs fue mucho mayor que la del otro chip. Concretamente, este chip atrapó entre un 45 y un 65% de células cancerígenas, mientras que el otro sólo pudo atrapar entre un 4 y un 14%.
Según explica el director de la investigación, Shutao Wang, del Crump Institute for Molecular Imaging de la Escuela de Medicina David Geffen School de la UCLA, el chip de nanopillar capturó más de 10 veces la cantidad de células atrapadas por el otro chip de estructura plana.
Según informa la UCLA en un comunicado las células cancerígenas presentes en la sangre y que se desprenden de los tumores, podrían quedar con este sistema inmovilizadas para su posterior estudio.
Estas células libres son conocidas como células tumorales circulantes (CTCs), y pueden proporcionar una información clave para el diagnóstico de la metástasis del cáncer, determinar el pronóstico del paciente, y ayudar a conocer la efectividad de las terapias aplicadas.
Biopsias líquidas
La metástasis, que es la causa más común de los fallecimientos de los enfermos de cáncer, se produce porque células cancerígenas sueltas abandonan el primer tumor y, circulando por la corriente sanguínea forman nuevas colonias celulares en otras partes del cuerpo.
Actualmente, los controles estándar del estado de los tumores consisten en análisis de muestras de biopsia de tumores sólidos, pero en los estados iniciales de la metástasis a menudo resulta difícil identificar el lugar nuevo donde biopsiar.
Si se pueden capturar las CTCs, los médicos podrían esencialmente realizar biopsias “líquidas”, permitiendo una temprana detección de la expansión de la enfermedad, así como mejorar el control de los tratamientos.
Hasta ahora, se habían desarrollado diversos métodos para rastreas las CTCs, pero el “papel para moscas” de los científicos de la UCLA parece ser más rápido y barato que dichos métodos, además de capturar muchas más células tumorales circulantes que éstos.
Recubierto por un metamaterial
En un estudio publicado por la revista especializada Angewandte Chemie, los científicos de la UCLA explican que el dispositivo consiste en un chip de silicio de entre uno y dos centímetros que está densamente recubierto por un metamaterial conocido como nanopillar.
Los metameteriales son materiales diseñados para poseer propiedades que no se encuentran disponibles en la Naturaleza. Estas propiedades se generan gracias a la estructura de dichos materiales, más que a su composición.
Para probar la efectividad del nanopillar como captor de células, los investigadores incubaron el chip en un cultivo con células de cáncer de pecho.
Al mismo tiempo, se realizó un experimento paralelo con un método de captura celular en el que se utilizó un chip de superficie plana. Ambas estructuras fueron recubiertas con una proteína que podía ayudar a reconocer y a atrapar células tumorales.
Así, se descubrió que la efectividad del chip de nanopillar en atrapar CTCs fue mucho mayor que la del otro chip. Concretamente, este chip atrapó entre un 45 y un 65% de células cancerígenas, mientras que el otro sólo pudo atrapar entre un 4 y un 14%.
Según explica el director de la investigación, Shutao Wang, del Crump Institute for Molecular Imaging de la Escuela de Medicina David Geffen School de la UCLA, el chip de nanopillar capturó más de 10 veces la cantidad de células atrapadas por el otro chip de estructura plana.
Detección en menos tiempo
Esta eficiencia se debe a la superficie única y nanométrica del chip de nanopillar. Estos resultados demuestran que dicha superficie ayudar al chip a interactuar con los componentes de tamaño nanométrico de las superficies de las células presentes en la sangre.
El tiempo requerido para la detección de CTCs utilizando una tecnología actual conocida como CellSearch, aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos norteamericana, es de entre tres y cuatro horas. Con el chip de nanopillar este tiempo se redujo a sólo dos horas.
El chip de nanopillar se puede además utilizar en incubadoras estándar para cultivos celulares. Una vez que capta las células cancerígenas, se usa un microscopio de fluorescencia para identificar y contar dichas células.
Los científicos esperan que este sistema sirva como alternativa apropiada y eficiente para la detección de CTCs con equipos corrientes de laboratorio.
El próximo paso de la investigación será la realización de pruebas clínicas para comprobar como funciona el chip de nanopillar directamente con sangre de pacientes, e incluso con otros fluidos corporales, como la orina.
Chips anteriores
Esta eficiencia se debe a la superficie única y nanométrica del chip de nanopillar. Estos resultados demuestran que dicha superficie ayudar al chip a interactuar con los componentes de tamaño nanométrico de las superficies de las células presentes en la sangre.
El tiempo requerido para la detección de CTCs utilizando una tecnología actual conocida como CellSearch, aprobada por la Administración de Medicamentos y Alimentos norteamericana, es de entre tres y cuatro horas. Con el chip de nanopillar este tiempo se redujo a sólo dos horas.
El chip de nanopillar se puede además utilizar en incubadoras estándar para cultivos celulares. Una vez que capta las células cancerígenas, se usa un microscopio de fluorescencia para identificar y contar dichas células.
Los científicos esperan que este sistema sirva como alternativa apropiada y eficiente para la detección de CTCs con equipos corrientes de laboratorio.
El próximo paso de la investigación será la realización de pruebas clínicas para comprobar como funciona el chip de nanopillar directamente con sangre de pacientes, e incluso con otros fluidos corporales, como la orina.
Chips anteriores
Ésta no es la primera vez que se usa un chip para registrar la existencia de CTCs en el organismo. El año pasado, el National Institute of Biomedical Imaging and Bioingeneering (NIBIB) de Estados Unidos creó una tecnología microchip para idénticos fines.
Según publicó el NIBIB en un comunicado, el CTC-chip desarrollado puede aislar las CTCs de la sangre entera. Del tamaño de una tarjeta de crédito, este chip contiene miles de puntos terminales microscópicos (micropostes) recubiertos de anticuerpos que se adhieren a la proteína EpCAM, que se encuentra en la superficie de las células en más del 85% de todos los cánceres.
Las pruebas realizadas demostraron que este chip puede detectar CTCs en las muestras de sangre de más del 99% de pacientes con cáncer metastásico.
Por otro lado, en 2007, científicos del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, crearon también un microchip de silicio del tamaño de una tarjeta de visita, cuya superficie estaba formada por unos 79 mil orificios recubiertos con un anticuerpo.
Este dispositivo fue probado con 68 pacientes con cáncer avanzado de pulmón, próstata, mama, páncreas y colon. De los 116 análisis realizados, el chip identificó células circulantes en 115 casos, según publicó entonces la revista Nature.
Fuente:Tendencias21
Por otro lado, en 2007, científicos del Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos, crearon también un microchip de silicio del tamaño de una tarjeta de visita, cuya superficie estaba formada por unos 79 mil orificios recubiertos con un anticuerpo.
Este dispositivo fue probado con 68 pacientes con cáncer avanzado de pulmón, próstata, mama, páncreas y colon. De los 116 análisis realizados, el chip identificó células circulantes en 115 casos, según publicó entonces la revista Nature.
Fuente:Tendencias21

martes, 17 de noviembre de 2009
Primeras pruebas para fabricar micro robots en cadena
Primeras pruebas para fabricar micro robots en cadena
Tendrán el tamaño de una pulga y serán energéticamente autónomos
Científicos del proyecto I-SWARM han realizado las primeras pruebas de fabricación en cadena de micro robots del tamaño de una pulga. La finalidad de estas pruebas es que estas micro-máquinas comiencen a ser útiles cuanto antes, y puedan trabajar en grupos de hasta 100 de ellas, formando enjambres que realizarán funciones de vigilancia, microfabricación o medicina, entre otras. Los resultados de las primeras pruebas han demostrado que el método de fabricación en cadena funciona, aunque aún está por perfeccionar. Por Yaiza Martínez.
Diminutos robots del tamaño de una pulga podrían comenzar a ser fabricados en cadena muy pronto, Estos robots serán “liberados” para que viajen en enjambres, y programados para diversas aplicaciones, como la vigilancia, la micro fabricación o la medicina.
Sus medidas no excederán los de 65 miligramos de peso y los 23 milímetros cúbicos de volumen, pero contarán con los mismos elementos que un robot de tamaño corriente informa la revista Physorg.
Según publicó recientemente la revista especializada Journal of Micromechanics and Microengineering en un artículo titulado “Evaluation of building technology for mass producible millimeter-sized robots using flexible printed circuit boards”, las primeras pruebas de la tecnología de fabricación necesaria para producir estos robots minúsculos en cadena ya han sido realizadas.
Todo incluido
El robot prototipo creado, de menos de cuatro milímetros de largo por cada lado, es un auténtico microsistema que contiene sensores, sistema de gestión energética y sistema electrónico integrado.
La micro máquina está compuesta por diversos módulos que han sido ensamblados con una nueva técnica. Hasta ahora, los robots de un único chip habían presentado limitaciones significativas en su diseño y fabricación.
Pero ahora, los científicos, en lugar de utilizar la soldadura tradicional como medio para colocar los componentes eléctricos sobre un circuito impreso (un Printed Circuit Board o PCB), lo que han hecho es utilizar un adhesivo conductor para acoplar dichos componentes, en este caso a un circuito impreso que es flexible y de doble cara.
El PCB se utiliza en electrónica para sostener mecánicamente y conectar eléctricamente componentes electrónicos, a través de rutas o pistas de material conductor, grabados desde hojas de cobre laminadas sobre un sustrato no conductor.
Alimentados con energía solar
Los robots fabricados en un futuro en cadena estarán alimentados energéticamente por una célula solar situada en su parte alta, y se moverán gracias a tres patas vibrantes. Una cuarta pata vibrante será utilizada como sensor táctil.
Los investigadores explican que cada microrrobot se comunicará con muchos otros a través de sensores infrarrojos e interactuará con su entorno formando un grupo o enjambre capaz de generar en común un comportamiento más complejo que el que pueda desarrollar un robot individual aislado.
El marco de esta investigación es el proyecto I-SWARM, que son las siglas de “intelligent small-world autonomous robots for micro-manipulation” o “pequeños robots autónomos inteligentes destinados a la micro-manipulación”. El diseño de las micro máquinas está inspirado por el comportamiento de los insectos.
A grandes rasgos, I-SWARM trata de facilitar la producción en cadena de micro-robots que algún día serán utilizados como auténticos enjambres, compuestos por más de 100 unidades. Los micro robots que compongan dichos enjambres tendrán hetereogéneos, y se diferenciarán entre ellos en el tipo de sensores que lleven incorporados o en su potencia computacional.
La variedad de funcionamiento de cada unidad permitirá que el “enjambre” realice funciones de percepción colectiva o de inteligencia colectiva, entre otras.
Según declaraciones para PhysOrg.com de uno de los ingenieros implicados en la presente investigación, el profesor Erik Edqvist de la Universidad Uppsala de Suecia, “es el momento de que los robots miniaturizados dejen los laboratorios y encuentren aplicaciones útiles”. El trabajo de estos científicos es un intento de poder fabricar en cadena dichos robots.
Durante las primeras pruebas de la técnica de fabricación, los investigadores encontraron algunos problemas. El mayor de ellos fue conectar el circuito integrado con el circuito impreso mediante el adhesivo conductor antes mencionado. Por otro lado, algunas células solares no se adhirieron bien.
Ahora mismo, además, la estructura de los robots está siendo plegada manualmente, pero los científicos esperan diseñar una herramienta capaz de plegarlos más rápido y de manera más ajustada.
Dado que muchas de estas complicaciones pueden ser corregidas, el resultado más importante de la prueba es que se ha demostrado que la tecnología de fabricación desarrollada puede aplicarse a este tipo de microsistemas, explica el Journal of Micromechanics and Microengineering.
Esto quiere decir que micro robots ya pueden ser armados utilizando una máquina de montaje. Hasta ahora, sólo habían podido ser fabricados de manera completamente manual, siendo ensamblados con soldador eléctrico.

sábado, 14 de noviembre de 2009
RPP Y RISITAS ANTE ESPIONAJE
Como siempre RPP noticias con su director Raúl Vargas, haciendo risitas ante el espionaje por parte de Chile. Si asi es, hoy Sábado 14-11-09 por la mañana escuche una entrevista que le hace este periodista a otros 2 expertos en el tema de espionaje, conjuntamente con Patricia del Río; pero lo extraño de esto, es que al final de la entrevista la volvio en un circo de RISAS.....tanto Vargas comno Patricia..........que es esto? una burla al País?.no le interesa el Perú, esto es gravisimo y nuestra patria estaría en una enorme desventaja ante una posible guerra, y para él-Vargas y su equipo- solo es risas....que les parece.
Más tarde escuche otra entrevista, de las BARRAS asesinas, y ahí si no hubo ninguna risa..........CONCLUSION: La patria en peligro" RISAS"............LAS bARRAS " Seriedad"...la verdad que este señor necesita un psiquiatra.risas - Imágenes de Google
Más tarde escuche otra entrevista, de las BARRAS asesinas, y ahí si no hubo ninguna risa..........CONCLUSION: La patria en peligro" RISAS"............LAS bARRAS " Seriedad"...la verdad que este señor necesita un psiquiatra.risas - Imágenes de Google
miércoles, 11 de noviembre de 2009
El proceso creador está situado en el borde del caos
La creatividad es una característica básica de los sistemas complejos
El proceso creador está situado en el “borde del caos”. Emerge a partir de la “contradicción interna” entre elementos que se encuentran simultáneamente tanto en cooperación como en competencia. Un ejemplo lo constituye la evolución biológica, en donde hubo un proceso de innovación evolutiva seguida de otro proceso de extinción masiva. Otro ejemplo involucra la innovación tecnológica de las sociedades industriales: al principio, surgen algunos diseños diferentes (de bicicletas, automóviles, teléfonos celulares, computadoras), todos igualmente viables y –transcurrido un cierto tiempo– se produce una sobreabundancia de formas, sobreviven unas pocas de ellas y la innovación se focaliza en los relativamente pocos diseños que quedan. Ambos procesos son eminentemente creativos… Por Sergio Moriello.Por el momento, no existe una definición precisa y absolutamente aceptada de lo que es un sistema complejo, sino que existen muchas propuestas alternativas. Esto se debe, probablemente, a que cubren toda la jerarquía de sistemas, desde los sistemas subatómicos hasta los sistemas sociales. No obstante eso, pueden darse algunas descripciones comunes...
En primer término, está compuesto por una gran cantidad de elementos (muchas veces más o menos parecidos, pero no siempre), generalmente estructurados de forma irregular. Por ejemplo, el número de células en un determinado organismo, o la cantidad de personas en una cierta sociedad, pero no una montaña de arena o un cristal de cuarzo.
En segundo lugar, cada elemento interacciona con sus vecinos de manera recíproca, interactiva y habitualmente no-lineal (ya que se crean lazos de realimentación, muchas veces incluso múltiples), y en distintas escalas espaciales y temporales, con lo cual se origina un comportamiento colectivo “emergente” que no puede explicarse a partir de dichos elementos tomados de forma aislada. Así, un gas se caracteriza por la presión y la temperatura, propiedades que sus elementos componentes (las moléculas) no poseen. Pero la interacción no es ordenada ni al azar; es decir, cada elemento no interacciona sólo con sus vecinos inmediatos (como en un cristal) ni con cualquier otro (como en un gas)... lo hace más bien con un pequeño número de vecinos (en algunos casos cercanos y en otros casos lejanos), formando redes.
Por último, es muy difícil predecir la dinámica futura de su desarrollo; o sea, es imposible –en la práctica- vaticinar lo que ocurrirá más allá de un cierto horizonte temporal (por cierto, relativamente corto). Es que su comportamiento colectivo puede modificarse drásticamente (con cambios, aceleraciones, ralentizaciones, oscilaciones, etc.) como consecuencia de su elevada sensibilidad a las condiciones iniciales. De allí que el análisis reduccionista se torna poco eficaz.
Procesos, que no productos
Los sistemas complejos existen como procesos y no como productos; no están terminados o definidos, no están “cristalizados”, sino que se caracterizan por un continuo desarrollo, en un perpetuo “estar haciéndose”. Se mantienen en un delicado equilibrio –dentro de ciertos límites– gracias a sus subsistemas de regulación y de control. Pero su comportamiento puede verse modificado –de forma imprevisible– por cualquier variación entre sus elementos componentes o entre sus relaciones.
Así, el desarrollo de esta clase de sistemas se caracteriza por la “intermitencia” (o fluctuación), aquella danza creadora en la que el orden y el desorden se alternan de manera cíclica para contribuir a la organización del sistema. Por eso, estos sistemas nunca llegan a un óptimo global, al estado de mínima energía. En general, se transforman progresivamente hasta que llegan al límite de su desarrollo potencial. En ese instante, sufren un desequilibrio, un desorden, una especie de ruptura que induce una fragmentación del orden pre-existente. Pero, después, comienzan a surgir regularidades que organizan al sistema de acuerdo con nuevas leyes, produciendo otra clase de desarrollo (ver La Auto-organización) [Moriello, 2003].
Las Luchas Internas
La antigua doctrina china de los complementos indica que todo contiene su opuesto. Así, cada cosa contiene a la vez la cosa misma y su opuesto; es una unidad de contrarios [Politzer, 2008, p. 174]. Como una vez aseveró el filósofo griego Heráclito, “lo vivo y lo muerto, lo joven y lo anciano coexisten en uno mismo; lo primero se transforma en lo segundo y lo segundo en lo primero”.
Es que, en el interior de cada sistema –y de forma permanente– se libra una “lucha” entre fuerzas diferentes y opuestas. Las fuerzas dinámicas de estabilidad y orden “tratan de generar” las condiciones de equilibrio y de organización. Las fuerzas dinámicas de inestabilidad y desorden, en cambio, “tratan de generar” condiciones de desequilibrio y de desorganización.
Es decir, existen antagonismos internos que dan origen al comportamiento global de dicho sistema. Sus elementos se encuentran tanto en convergencia (cooperación) como en divergencia (competencia), por lo que existe una especie de “contradicción interna”, un “desacuerdo consigo mismo”. Y es esta contradicción interna la que posibilita que las cosas cambien, se transformen y evolucionen, ya que el cambio se constituye como la solución de ese conflicto... [Politzer, 2008, p. 172 y 174]. En definitiva, dan origen al proceso creador.
Las contradicciones internas generan cambios que producen un reajuste, el cual se opone a dichas contradicciones. Pero esos mismos cambios son el origen de nuevas contradicciones, las cuales, a su vez, inducen nuevos cambios, y así siguiendo. No obstante, estos sucesivos cambios muestran una dirección definida, un “movimiento”, un cierto proceso auto-organizador; en otras palabras: representan un proceso dialéctico de desarrollo [Lange, 1975, p. 7]. Y, algunas veces, estas contradicciones terminan destruyendo el sistema existente y dando origen a la creación de un sistema nuevo con características muy diferentes a las de su predecesor [Politzer, 2008, p. 204].
La Auto-organización
La variación y el cambio son etapas inevitables e ineludibles por las cuales debe transitar todo sistema complejo para desarrollarse. Responden a una ley muy general: transformación no-lineal, con discontinuidades en su estructura funcional, a través de sucesivas reorganizaciones [García, 2006, p. 75/6]. Es que el orden y el desorden, la desorganización y la reorganización, se necesitan el uno al otro, son interdependientes y constituyen la potencialidad creadora. Aunque antagónicos son, al mismo tiempo, conceptos concurrentes y complementarios, aspectos constitutivos de la realidad.
En ciertos casos, un poco de desorden posibilita un orden diferente y, a veces, más rico. Así, por ejemplo, un organismo puede seguir viviendo –a lo largo de los años– a pesar de la continua renovación de sus células; una organización se perpetúa –durante décadas– aunque haya un periódico recambio de sus miembros; o una ciudad puede seguir existiendo –a lo largo de los siglos– a pesar de la constante renovación de sus elementos (personas, casas, edificios, plazas, calles, cines, etc.) [Moriello, 2004].
La capacidad de auto-organización se erige como parte esencial de cualquier sistema complejo. Es la forma como surge espontáneamente un orden en el sistema a partir de la interacción de sus elementos, el cual le permite modificarse y acoplarse cada vez más estrechamente con el entorno que lo rodea y contiene [Moriello, 2004]. Para alcanzar ese estado, son claves los procesos de realimentación, que posibilitan transmitir los cambios por todo el sistema con mucha fluidez.
En los fenómenos de auto-organización es fundamental la idea de estructuración –disipativa y espontánea– sobre la base de niveles. Las interrelaciones entre los elementos de un nivel originan nuevos tipos de elementos en otro nivel, los cuales se comportan habitualmente de una manera muy diferente (con una dinámica propia) [Resnick, 2001, p. 199]. Por ejemplo, de las moléculas a las macromoléculas, de las macromoléculas a las células y de las células a los tejidos. De este modo, el sistema auto-organizado se va construyendo paulatinamente como resultado de un orden incremental espacio-temporal que se crea en diferentes niveles, por estratos, uno por encima del otro y guiado por sus propias metas.
El Borde del Caos
Todo sistema lo bastante complejo –sea un organismo, una mente, una organización, una sociedad o un ecosistema– evoluciona de forma natural hacia y se mantiene dentro del estrecho dominio de “inestabilidad limitada”, oscilando periódicamente entre el orden inmutable y el desorden total, entre la constancia rígida y la turbulencia anárquica [Goodwin, 1998, p. 222]. Se trata de una condición especial, con suficiente orden (estabilidad) como para poder almacenar información-organización y desarrollar procesos, pero con una cierta dosis de desorden (inestabilidad) como para transmitir información-organización y ser capaz de adaptarse a situaciones novedosas.
Este difuso dominio transicional entre el orden y el caos es lo que se conoce como el “borde del caos” o el “estado crítico”. Es en esta delgada franja en donde los principales elementos del sistema encuentran el número adecuado de conexiones y mantienen una óptima comunicación, de forma tal que son máximas las capacidades potenciales de cambio y creación. En efecto, si bien muchas perturbaciones ejercen una pequeña influencia sobre el sistema, algunas pocas pueden generar cascadas de cambios (fenómenos de avalancha o de catástrofe). Es aquí donde se ubican los fenómenos emergentes propios de los sistemas vivientes, organizacionales y sociales [Moriello, 2004].
El comportamiento emergente será tanto más impredecible cuanto más complejo sea el sistema. Puede observarse, por ejemplo, en las hormigas (así como también en otros insectos sociales, como las termitas y las abejas) [Goodwin, 1998, p. 92/5 y 230/3]. Tomadas de manera individual no son para nada inteligentes. No obstante, al juntarse un suficiente número de ellas se observará una actividad colectiva de lo más interesante e inesperada. Cuando la densidad de hormigas es baja, la colonia se comporta de modo caótico, ya que hay escasos individuos y pocos encuentros entre ellas.
Pero, a medida que la densidad se incrementa, los encuentros se multiplican de manera exponencial y los patrones de actividad comienzan a distribuirse de manera más uniforme. Cuando la densidad alcanza un determinado valor umbral –súbitamente– estos patrones rítmicos se propagan y afectan a toda la colonia. En este punto, el caos vira a orden y el sistema se comporta de un modo colectivo no predecible a partir del comportamiento de sus elementos individuales. Podría concluirse, entonces, que las colonias regulan su propia densidad generando un orden emergente –un comportamiento global coherente– que las abarca totalmente y que las sitúa, de manera dinámica, en el borde del caos.
El Proceso Evolutivo
El proceso evolutivo hace referencia a la dinámica de transformación que experimenta un sistema complejo durante su desarrollo temporal. No es continuo y gradual, sino que se verifica a través de una sucesión de desequilibrios y reorganizaciones [García, 2000, p. 77], exhibiendo toda la creatividad de la que hace gala la Naturaleza. Aunque desordenado e impredecible, es un proceso cibernético, ya que parece revalidar constantemente sus modelos y autocorregirse por supresión de errores. Y se verifica en muchos tipos de sistemas (biológicos, psicológicos, sociológicos, tecnológicos, etc.).
El patrón de desarrollo viable que permite la evolución creativa de un sistema desde la relativa simplicidad hasta la relativa complejidad se puede concebir como el resultado de un proceso dialéctico de diferenciación (de estructuras) e integración (de funciones) [Heylighen, 2008]. La diferenciación produce variedad, división del trabajo y desorden; mientras que la integración produce constricción, incremento en el número o en la intensidad de las conexiones y orden.
Ambos procesos producen una jerarquía de metasistemas anidados que tienden a auto-reforzarse [Heylighen, 1988]. Cada nuevo nivel trasciende al anterior, así como lo incluye. O sea, cada nuevo nivel va más allá del anterior (en cierto sentido lo supera) y, a la vez, lo incluye en su propia organización. En este sentido, resulta bastante evidente cómo la sociedad “es más” que el individuo, pero que igualmente lo incluye en su conformación.
Un ejemplo lo constituye la evolución biológica, en donde hubo un proceso de innovación evolutiva seguida de otro proceso de extinción masiva. Otro ejemplo involucra la innovación tecnológica de las sociedades industriales: al principio, surgen algunos diseños diferentes (de bicicletas, automóviles, teléfonos celulares, computadoras), todos igualmente viables y –transcurrido un cierto tiempo– se produce una sobreabundancia de formas, sobreviven unas pocas de ellas y la innovación se focaliza en los relativamente pocos diseños que quedan [Lewin, 2002, p. 90]. Ambos procesos son eminentemente creativos…
* Sergio A. Moriello es Ingeniero en Electrónica, Postgraduado en Periodismo Científico y en Administración Empresarial y Magister en Ingeniería en Sistemas de Información. Lidera GDAIA (Grupo de Desarrollo de Agentes Inteligentes Autónomos, UTN-FRBA) y es vicepresidente de GESI (Grupo de Estudio de Sistemas Integrados). Es autor de los libros Inteligencias Sintéticas (Alsina, 2001) e Inteligencia Natural y Sintética (Nueva Librería, 2005).
Bibliografía
1. García, Rolando (2006): Sistemas Complejos. Barcelona, Editorial Gedisa.
2. García, Rolando (2000): El conocimiento en construcción. Barcelona, Editorial Gedisa.
3. Goodwin, Brian (1998): Las Manchas del Leopardo. Barcelona, Editorial Tusquets.
4. Heylighen F. (2008): Five Questions on Complexity. C. Gershenson (ed.): Complexity: 5 questions, Automatic Press / VIP.
5. Heylighen, F. (1988): Building a Science of Complexity
6. Proceedings of the 1988 Annual Conference of the Cybernetics Society.
7. Lange, Oskar (1975): Los “todos” y las partes. México, Fondo de Cultura Económica.
8. Lewin, Roger (2002): Complejidad. Barcelona, Tusquets Editores, 2ª edición.
Moriello, Sergio (2004): Ingeniería genética y nanotecnología pueden alumbrar nuevas especies artificiales. Sitio Tendencias 21, 11 de septiembre.
Moriello, Sergio (2003): Sistemas complejos, caos y vida artificial. Sitio Red Científica, marzo.
9. Resnick, Mitchel (2001): Tortugas, Termitas y Atascos de Tráfico. Barcelona, Editorial Gedisa.
10. Politzer, Georges (2008): Principios Elementales de la Filosofía. Buenos Aires, Editorial Gradifco.

jueves, 29 de octubre de 2009
CHIPS MUTABLES
La memoria de grafito y los chips mutables, más cerca
Parece factible el uso de este material para el almacenamiento masivo de datos, pero también como base de una nueva manera de fabricar chips
Científicos de la Universidad de Rice en Houston, han publicado un estudio en el que muestran un modo de fabricar láminas de grafito sobre bases de silicio. Usando técnicas relativamente sencillas y presentes actualmente en la industria, pueden conseguir una manera de multiplicar la capacidad de memoria de cualquier dispositivo digital. Pero las peculiaridades de estos chips abren la puerta a nuevas ideas, como los chips capaces de rediseñarse a si mismos. Por Rubén Caro.
El grafito es una de las muchas formas en las que se puede encontrar el carbono en la naturaleza, junto con otras muy conocidas, como el diamante y el carbón. El principal productor mundial de grafito es China, seguido de India y Brasil. Entre otras, tiene la peculiaridad de que presenta exfoliación, a nivel atómico está estructurado por capas, y que en dirección perpendicular a estas capas se comporta como un semiconductor. Esto permite su utilización en la creación de chips informáticos. Si se pudiera aplicar en chips de memoria, permitiría multiplicar la densidad de datos almacenable en cualquier dispositivo electrónico digital.
El gran problema que se ha encontrado a la hora de aplicarlo en chips ha sido el coste de la fabricación. Eso, junto con la necesidad de usar técnicas poco habituales en la industria, ha generado suficiente incertidumbre como para impedir que fuera una tecnología aplicable.
Memoria de muy alta densidad de manera rentable
Pero ahora, unos investigadores de la Universidad de Rice, de Houston - Texas, han publicado un estudio que puede suponer un cambio radical en este campo. En él explican cómo fabricar chips de memoria de láminas de grafito montados sobre las bases de silicio típicas de los chips actuales. Pero lo realmente interesante es que muestran cómo hacerlo utilizando técnicas DQV y tećnicas litográficas, que son muy comunes en la industria actual y que resultarían muy baratas. Según este estudio, es posible la fabricación de chips de memoria de muy alta densidad de almacenamiento y de gran fiabilidad, y además de manera rentable.
El chip consistiría en un lámina de grafito amorfo de menos de 10 nanómetros de grosor sobre una base de silicio. La fina lámina de grafito se deposita sobre la base por medio de técnicas de deposición química de vapor, y ésta queda unida a la base silícica. Tras cada lámina depositada se lleva a cabo un proceso de litografiado. La lámina tiene así el grosor deseado (<10nm) y toma exactamente la forma deseada. Tanto la deposición química de vapor como la litografía son técnicas de uso generalizado en la industria de los chips informáticos.
El gran problema que se ha encontrado a la hora de aplicarlo en chips ha sido el coste de la fabricación. Eso, junto con la necesidad de usar técnicas poco habituales en la industria, ha generado suficiente incertidumbre como para impedir que fuera una tecnología aplicable.
Memoria de muy alta densidad de manera rentable
Pero ahora, unos investigadores de la Universidad de Rice, de Houston - Texas, han publicado un estudio que puede suponer un cambio radical en este campo. En él explican cómo fabricar chips de memoria de láminas de grafito montados sobre las bases de silicio típicas de los chips actuales. Pero lo realmente interesante es que muestran cómo hacerlo utilizando técnicas DQV y tećnicas litográficas, que son muy comunes en la industria actual y que resultarían muy baratas. Según este estudio, es posible la fabricación de chips de memoria de muy alta densidad de almacenamiento y de gran fiabilidad, y además de manera rentable.
El chip consistiría en un lámina de grafito amorfo de menos de 10 nanómetros de grosor sobre una base de silicio. La fina lámina de grafito se deposita sobre la base por medio de técnicas de deposición química de vapor, y ésta queda unida a la base silícica. Tras cada lámina depositada se lleva a cabo un proceso de litografiado. La lámina tiene así el grosor deseado (<10nm) y toma exactamente la forma deseada. Tanto la deposición química de vapor como la litografía son técnicas de uso generalizado en la industria de los chips informáticos.
Material muy estable, memoria muy fiable
Curiosamente, la base del funcionamiento de este tipo de memoria aún no se comprende en profundidad. En el laboratorio han determinado que si se aplica una cierta cantidad de corriente sobre una lámina fina de grafito, se provoca un corte total del circuito. Realmente se produce una fractura en el material y la electricidad no puede circular. Y sin embargo, si se vuelve aplicar otra cierta cantidad de corriente, la fractura se repara y el material vuelve a ser conductor. Este es el mecanismo que permite su uso en chips digitales. Cada sector individual de grafito puede tener dos estados controlables, lo que viene a representar el 1 y el 0. Todo lo necesario para codificar un bit de información.
Este tipo de memorias de grafito resulta ser muy estable, y por eso representa un método fiable para guardar datos incluso en las peores condiciones. Es remarcable el hecho de que sólo es necesario un voltaje de 3 voltios para hacerla funcionar, además de la simplicidad de la circuitería necesaria para empaquetar los bloques de memoria. Todo eso, unido a la resistencia a los cambios de temperatura, e incluso a la radiación, hace que sea una tecnología a tener en cuenta para aplicaciones no sólo del ámbito del consumo general, sino también en el espacio o en el ámbito militar.
Curiosamente, la base del funcionamiento de este tipo de memoria aún no se comprende en profundidad. En el laboratorio han determinado que si se aplica una cierta cantidad de corriente sobre una lámina fina de grafito, se provoca un corte total del circuito. Realmente se produce una fractura en el material y la electricidad no puede circular. Y sin embargo, si se vuelve aplicar otra cierta cantidad de corriente, la fractura se repara y el material vuelve a ser conductor. Este es el mecanismo que permite su uso en chips digitales. Cada sector individual de grafito puede tener dos estados controlables, lo que viene a representar el 1 y el 0. Todo lo necesario para codificar un bit de información.
Este tipo de memorias de grafito resulta ser muy estable, y por eso representa un método fiable para guardar datos incluso en las peores condiciones. Es remarcable el hecho de que sólo es necesario un voltaje de 3 voltios para hacerla funcionar, además de la simplicidad de la circuitería necesaria para empaquetar los bloques de memoria. Todo eso, unido a la resistencia a los cambios de temperatura, e incluso a la radiación, hace que sea una tecnología a tener en cuenta para aplicaciones no sólo del ámbito del consumo general, sino también en el espacio o en el ámbito militar.
Chips que se rediseñan a si mismos
Pero los científicos van más allá, y afirman que la manera en que el grafito parece fracturarse o repararse a sí mismo de forma controlada, hace posible la creación de circuitos en blanco, que podrían ser modificados físicamente por el propio software en tiempo real. Es decir, que el software podría crear nuevos circuitos de hardware.
Los fabricantes ven aquí la posibilidad de sacar un gran provecho, porque eliminaría uno de los procesos más costosos en la fabricación actual de chips. Actualmente el diseño del chip es litografiado sobre la base, el negativo que está en la matriz es positivado contra la base. De esa manera, si se encuentra algún error en el diseño del chip, todo el proceso debe repetirse de nuevo. Sin embargo, cada juego de matrices necesario para hacer la litografía, que contiene todo el diseño del circuito en negativo, tiene un coste muy alto, y cada vez más conforme los diseños van aumentando en complejidad.
Con un chip que puede rediseñarse con la simple ejecución de un software, no sería necesario repetir todo el proceso. El diseño podría ser corregido in situ via software, sin costes adicionales.
A muchos, viendo los avances en inteligencia artificial, la sola idea de que una máquina sea capaz de modificar sus propios circuitos les puede poner los pelos de punta. ¿Se imaginan una máquina suficientemente inteligente como para modificar a voluntad el diseño físico de sus propios circuitos? Bien, pues ya no está tan lejos.
Pero los científicos van más allá, y afirman que la manera en que el grafito parece fracturarse o repararse a sí mismo de forma controlada, hace posible la creación de circuitos en blanco, que podrían ser modificados físicamente por el propio software en tiempo real. Es decir, que el software podría crear nuevos circuitos de hardware.
Los fabricantes ven aquí la posibilidad de sacar un gran provecho, porque eliminaría uno de los procesos más costosos en la fabricación actual de chips. Actualmente el diseño del chip es litografiado sobre la base, el negativo que está en la matriz es positivado contra la base. De esa manera, si se encuentra algún error en el diseño del chip, todo el proceso debe repetirse de nuevo. Sin embargo, cada juego de matrices necesario para hacer la litografía, que contiene todo el diseño del circuito en negativo, tiene un coste muy alto, y cada vez más conforme los diseños van aumentando en complejidad.
Con un chip que puede rediseñarse con la simple ejecución de un software, no sería necesario repetir todo el proceso. El diseño podría ser corregido in situ via software, sin costes adicionales.
A muchos, viendo los avances en inteligencia artificial, la sola idea de que una máquina sea capaz de modificar sus propios circuitos les puede poner los pelos de punta. ¿Se imaginan una máquina suficientemente inteligente como para modificar a voluntad el diseño físico de sus propios circuitos? Bien, pues ya no está tan lejos.

PORQUE ERES RELIGIOSO¿????
Identificadas las áreas del cerebro relacionadas con la experiencia religiosa
Su hallazgo revela que la evolución influyó en la emergencia de la espiritualidad humana
Un equipo de científicos estadounidense ha logrado identificar una serie de áreas del cerebro vinculadas a diferentes actitudes religiosas. La investigación, que fue realizada con un total de 40 personas, reveló que realmente existe un sustrato neurológico subyacente a las diversas formas de afrontar la religiosidad, pero también que dicho sustrato no es exclusivo de la espiritualidad humana, sino que está compartido con otras habilidades cognitivas propias de nuestra especie. Por eso, los científicos señalan que las creencias religiosas surgieron como una extensión natural de avances evolutivos desarrollados en otros ámbitos: en el de la cognición social y en el del comportamiento. Por Yaiza Martínez. Científicos del National Institute on Aging (NIA), de Estados Unidos, han identificado algunos de los mecanismos cognitivos y de los circuitos neuronales del cerebro que parecen relacionarse entre sí durante las experiencias religiosas.
La búsqueda de la explicación neuronal subyacente a los comportamientos y creencias propias de la religiosidad, un atributo que sólo se da en nuestra especie, ha despertado el interés de numerosos especialistas en los últimos años.
La neurociencia ha intentado, en las últimas décadas, comprender y explicar las experiencias religiosas y espirituales, aportando nuevas perspectivas. A medida que se ha ido avanzando en el desarrollo de técnicas de escaneo cerebral muy sofisticadas, el secreto parece estar cada vez más cerca de ser desvelado.
Áreas y arquitectura
La última investigación de la que hemos tenido noticia ha sido la realizada por el científico del NIA, Dimitrios Kapogiannis, y sus colaboradores.
Estos investigadores usaron una técnica de registro de imágenes de la actividad neuronal conocida como exploración de resonancia magnética funcional (fMRI) para localizar y analizar las áreas del cerebro humano que se activan al pensar en Dios y en la religión.
Los resultados obtenidos a partir de estas mediciones revelaron que componentes específicos de las creencias religiosas serían procesados por redes cerebrales ya conocidas por la neurología.
En concreto, las pruebas empíricas demostraron que la emergencia del fenómeno religioso en el ser humano se produce a partir de ciertos cambios en la capacidad neuronal de habilidades cognitivas como el lenguaje o el razonamiento lógico, entre otros procesos evolutivamente significativos.
En lo que respecta a la “arquitectura” del cerebro, según informa la revista Ars Technica los científicos descubrieron que diferencias en los volúmenes de las regiones corticales estaban relacionadas con algunos de los aspectos clave de la religiosidad.
Relación con la actividad neuronal
Concretamente, Kapogianis y sus colaboradores elaboraron en primer lugar un marco psicológico sobre las diversas percepciones que los participantes tenían de Dios, con el fin de explorar la neuroanatomía subyacente a estas creencias.
Estas percepciones fueron definidas a partir de tres preguntas, según explica Kapogianis en una entrevista: ¿está Dios implicado en mi vida o no?, ¿me parece un Dios amoroso o, por el contrario, amenazante y furioso? y, ¿en qué baso mis experiencias religiosas, en la imaginación, en circunstancias específicas o en conceptos abstractos (doctrinas)?
Utilizando la fMRI, los científicos asociaron las respuestas sobre las actitudes y creencias religiosas de los participantes con áreas de actividad neuronal del cerebro, descubriendo que dichas áreas habían sido relacionadas con anterioridad con capacidades cognitivas como la recuperación de memoria, la recreación de imágenes, las emociones o la semántica abstracta.
Un ejemplo: un sujeto que afirme estar sintiendo una conexión con Dios presentará niveles más altos de actividad dentro de una región cerebral denominada gyrus frontal medio derecho. Sobre esta área ya se sabía que está relacionada con las emociones positivas.
La búsqueda de la explicación neuronal subyacente a los comportamientos y creencias propias de la religiosidad, un atributo que sólo se da en nuestra especie, ha despertado el interés de numerosos especialistas en los últimos años.
La neurociencia ha intentado, en las últimas décadas, comprender y explicar las experiencias religiosas y espirituales, aportando nuevas perspectivas. A medida que se ha ido avanzando en el desarrollo de técnicas de escaneo cerebral muy sofisticadas, el secreto parece estar cada vez más cerca de ser desvelado.
Áreas y arquitectura
La última investigación de la que hemos tenido noticia ha sido la realizada por el científico del NIA, Dimitrios Kapogiannis, y sus colaboradores.
Estos investigadores usaron una técnica de registro de imágenes de la actividad neuronal conocida como exploración de resonancia magnética funcional (fMRI) para localizar y analizar las áreas del cerebro humano que se activan al pensar en Dios y en la religión.
Los resultados obtenidos a partir de estas mediciones revelaron que componentes específicos de las creencias religiosas serían procesados por redes cerebrales ya conocidas por la neurología.
En concreto, las pruebas empíricas demostraron que la emergencia del fenómeno religioso en el ser humano se produce a partir de ciertos cambios en la capacidad neuronal de habilidades cognitivas como el lenguaje o el razonamiento lógico, entre otros procesos evolutivamente significativos.
En lo que respecta a la “arquitectura” del cerebro, según informa la revista Ars Technica los científicos descubrieron que diferencias en los volúmenes de las regiones corticales estaban relacionadas con algunos de los aspectos clave de la religiosidad.
Relación con la actividad neuronal
Concretamente, Kapogianis y sus colaboradores elaboraron en primer lugar un marco psicológico sobre las diversas percepciones que los participantes tenían de Dios, con el fin de explorar la neuroanatomía subyacente a estas creencias.
Estas percepciones fueron definidas a partir de tres preguntas, según explica Kapogianis en una entrevista: ¿está Dios implicado en mi vida o no?, ¿me parece un Dios amoroso o, por el contrario, amenazante y furioso? y, ¿en qué baso mis experiencias religiosas, en la imaginación, en circunstancias específicas o en conceptos abstractos (doctrinas)?
Utilizando la fMRI, los científicos asociaron las respuestas sobre las actitudes y creencias religiosas de los participantes con áreas de actividad neuronal del cerebro, descubriendo que dichas áreas habían sido relacionadas con anterioridad con capacidades cognitivas como la recuperación de memoria, la recreación de imágenes, las emociones o la semántica abstracta.
Un ejemplo: un sujeto que afirme estar sintiendo una conexión con Dios presentará niveles más altos de actividad dentro de una región cerebral denominada gyrus frontal medio derecho. Sobre esta área ya se sabía que está relacionada con las emociones positivas.
Artículos relacionados
Cuatro actitudes
En una segunda parte del estudio, Kapogianis y su equipo hicieron una encuesta al mismo grupo de participantes sobre sus comportamientos religiosos, su educación, y otros aspectos particulares de su modo de ver el mundo o cosmovisión.
Mientras que en la primera investigación se intentaba establecer la actividad neuronal asociada a las experiencias religiosas, en esta segunda parte el objetivo era determinar si pequeñas variaciones en el volumen de la materia gris del cerebro se relacionaban con diversas facetas de la religiosidad de las personas estudiadas.
A partir de la encuesta realizada, se identificaron cuatro percepciones o actitudes distintas con respecto a la religiosidad: experimentar una relación íntima con Dios y el compromiso con un comportamiento religioso; tener una educación religiosa; dudar de la existencia de Dios; y sentir miedo de la ira de Dios.
Confrontando estas vivencias de la religiosidad con los resultados de las pruebas sobre la estructura del cerebro realizadas con la fMRI, se reveló que existía una relación entre ellas y el volumen del cerebro.
Estructura, volumen y religión
Los investigadores descubrieron, así, que tanto las creencias religiosas como las prácticas religiosas parecían estar relacionadas con redes neuronales implicadas en el procesamiento cognitivo social.
La fortaleza de estas redes variaba en cada individuo, reflejando el nivel subjetivo de religiosidad de cada uno de ellos. Dicha fortaleza parecía fluctuar con el tiempo, como respuesta a estímulos cambiantes.
Por otro lado, se descubrió que un sentido intenso de intimidad con Dios estaba relacionado con un incremento del volumen cortical del gyrus temporal medio derecho, que se sabe juega un papel clave en el mantenimiento de las relaciones íntimas.
Asimismo, los científicos encontraron una pronunciada relación entre el volumen cortical del precuneo izquierdo (área relacionada con la empatía, las respuestas emocionales y también con la regulación de las jerarquías sociales ) y el miedo a la ira de Dios (cuanto más pequeño era el volumen del precuneo izquierdo, más miedo tenían los individuos a Dios).
La religiosidad en la evolución
La suma de todos los resultados obtenidos sugiere que las creencias religiosas surgirían como una extensión natural de avances evolutivos desarrollados en la cognición social y el comportamiento.
Así, con el paso del tiempo, los mismos cambios en el volumen del cerebro que permitieron al ser humano demostrar empatía hacia otros individuos podrían haber posibilitado también la aparición del sentimiento de relación íntima con entidades sobrenaturales, y la emergencia de las religiones.
Las investigaciones fueron llevadas a cabo con cuarenta personas de sociedades y religiones occidentales, por lo que Kapogiannis señala que en adelante deberían ser estudiados individuos de otras culturas, como la asiática o las sociedades tribales, para determinar si se usan siempre las mismas áreas del cerebro para las experiencias religiosas, independientemente de cuáles sean éstas.
Los científicos explicaron sus hallazgos en un artículo aparecido en PlosOne de acceso libre.
En una segunda parte del estudio, Kapogianis y su equipo hicieron una encuesta al mismo grupo de participantes sobre sus comportamientos religiosos, su educación, y otros aspectos particulares de su modo de ver el mundo o cosmovisión.
Mientras que en la primera investigación se intentaba establecer la actividad neuronal asociada a las experiencias religiosas, en esta segunda parte el objetivo era determinar si pequeñas variaciones en el volumen de la materia gris del cerebro se relacionaban con diversas facetas de la religiosidad de las personas estudiadas.
A partir de la encuesta realizada, se identificaron cuatro percepciones o actitudes distintas con respecto a la religiosidad: experimentar una relación íntima con Dios y el compromiso con un comportamiento religioso; tener una educación religiosa; dudar de la existencia de Dios; y sentir miedo de la ira de Dios.
Confrontando estas vivencias de la religiosidad con los resultados de las pruebas sobre la estructura del cerebro realizadas con la fMRI, se reveló que existía una relación entre ellas y el volumen del cerebro.
Estructura, volumen y religión
Los investigadores descubrieron, así, que tanto las creencias religiosas como las prácticas religiosas parecían estar relacionadas con redes neuronales implicadas en el procesamiento cognitivo social.
La fortaleza de estas redes variaba en cada individuo, reflejando el nivel subjetivo de religiosidad de cada uno de ellos. Dicha fortaleza parecía fluctuar con el tiempo, como respuesta a estímulos cambiantes.
Por otro lado, se descubrió que un sentido intenso de intimidad con Dios estaba relacionado con un incremento del volumen cortical del gyrus temporal medio derecho, que se sabe juega un papel clave en el mantenimiento de las relaciones íntimas.
Asimismo, los científicos encontraron una pronunciada relación entre el volumen cortical del precuneo izquierdo (área relacionada con la empatía, las respuestas emocionales y también con la regulación de las jerarquías sociales ) y el miedo a la ira de Dios (cuanto más pequeño era el volumen del precuneo izquierdo, más miedo tenían los individuos a Dios).
La religiosidad en la evolución
La suma de todos los resultados obtenidos sugiere que las creencias religiosas surgirían como una extensión natural de avances evolutivos desarrollados en la cognición social y el comportamiento.
Así, con el paso del tiempo, los mismos cambios en el volumen del cerebro que permitieron al ser humano demostrar empatía hacia otros individuos podrían haber posibilitado también la aparición del sentimiento de relación íntima con entidades sobrenaturales, y la emergencia de las religiones.
Las investigaciones fueron llevadas a cabo con cuarenta personas de sociedades y religiones occidentales, por lo que Kapogiannis señala que en adelante deberían ser estudiados individuos de otras culturas, como la asiática o las sociedades tribales, para determinar si se usan siempre las mismas áreas del cerebro para las experiencias religiosas, independientemente de cuáles sean éstas.
Los científicos explicaron sus hallazgos en un artículo aparecido en PlosOne de acceso libre.

DORMIR Y DESPERTAR,¿CUAL ES SU MECANISMO?
Importante artículo cientifico que no deben de dejar de leer.
Fuente:Tendencias21

Fuente:Tendencias21
Un modelo matemático revela el verdadero funcionamiento del reloj biológico
El ritmo del organismo depende de una compleja pauta de señales cerebrales
Un equipo de científicos norteamericanos y británicos ha identificado la pauta de señales cerebrales que hace que funcione el reloj biológico del organismo. El descubrimiento, que ha sido posible gracias a un modelo matemático con el que se ha decodificado dicha pauta, desmiente las teorías que hasta ahora se tenían sobre los ritmos circadianos, y podría ayudar a tratar problemas del sueño y otras enfermedades relacionadas con el reloj interno, como el cáncer o el Alzheimer. Por Yaiza Martínez.
Matemáticos de la Universidad de Michigan (UM), en Estados Unidos, en colaboración con investigadores británicos de la Universidad de Manchester, afirman haber identificado la señal que el cerebro envía al resto del cuerpo para controlar los ritmos biológicos.
Según publica la UM en un comunicado, este descubrimiento podría desbancar la teoría hasta ahora imperante sobre el reloj interno de nuestro organismo.
El conocimiento acerca de cómo funciona el reloj biológico sería un paso esencial hacia la corrección de ciertos problemas del sueño, como el insomnio o el desajuste causado por los vuelos a lugares distantes (conocido como jet lag o disritmia circadiana).
Cronómetro del cuerpo
Por otro lado, comprender a fondo este funcionamiento ayudaría a tratar enfermedades influidas por el reloj interno, entre ellas, el cáncer, el Alzheimer o el trastorno bipolar, señala el autor de la investigación, el matemático de la UM, Daniel Forger .
Según Forger, “ahora que sabemos en qué consiste la señal (del reloj biológico) deberíamos ser capaces de cambiarla, con el fin de ayudar a las personas”.
El cronómetro principal del cuerpo se encuentra en una región central del cerebro llamada núcleo supraquiasmático o NSQ. Este núcleo regula los ritmos biológicos en intervalos regulares de tiempo del organismo, mediante la estimulación de la secreción de una hormona llamada melatonina por la epífisis o glándula pineal.
Se sabe que la destrucción de esta estructura provoca la ausencia completa de ritmos regulares en los mamíferos.
El núcleo supraquiasmático funciona de la siguiente forma: recibe información sobre la luz ambiental a través de los ojos, e interpreta esta información sobre el ciclo luz/oscuridad externo, enviando posteriormente señales a la glándula pineal o epífisis que segrega la melatonina. La secreción de melatonina es baja durante el día y aumenta durante la noche.
Modelo equivocado
Durante décadas, los científicos han creído que el ritmo con el que las células del NSQ emiten sus señales eléctricas (más rápido durante el día y más lento durante la noche), es lo que controla el ritmo y el tiempo de los procesos de todo el cuerpo.
El “metrónomo” de nuestro cerebro emite señales a ritmo más rápido durante el día, y a ritmo más lento durante la noche, y el cuerpo va ajustando sus ritmos cotidianos (los ritmos circadianos) en concordancia.
Esta idea, que ha prevalecido durante años, parece no ser cierta según las evidencias recopiladas por Forger y sus colaboradores. El viejo modelo explicativo estaría “completamente equivocado”, afirmó el científico.
Según él, el verdadero mecanismo es muy diferente de lo que hasta ahora se creía: la señal de ritmo enviada desde el NSQ estaría en realidad codificada en una compleja pauta de “pulsaciones”, a la que hasta ahora no se había prestado atención.
Forger afirma: “hemos desvelado el código del día circadiano y esa información podría tener un impacto tremendo en todo tipo de enfermedades afectadas por el reloj”.
Pauta de pulsaciones
El equipo de científicos recolectó datos sobre las pautas de pulsaciones de más de 400 células de NSQ de ratón. Posteriormente, conectaron los datos experimentales con un modelo matemático, que ayudó a probar y verificar la nueva teoría.
Aunque el trabajo experimental se hizo con ratones, Forger afirma que es probable que el mismo mecanismo opere en los humanos.
En los mamíferos, el NSQ contiene tanto células del reloj biológico (que expresan un gen llamado per1) como células ajenas a él. Durante años, los investigadores de la biología circadiana han registrado las señales eléctricas de una mezcla de los dos tipos de células. Esto ha llevado a una imagen equivocada del funcionamiento interno del reloj.
Forger y sus colaboradores fueron capaces de separar las células de reloj de las que no componen el reloj, centrándose en las que expresaban el gen per1. Luego registraron solamente las señales eléctricas producidas por las células de reloj. La pauta que emergió corresponde a las predicciones hechas por el modelo de Forger, es decir, supuso la demostración de esta nueva teoría.
Concretamente, los investigadores descubrieron que durante el día las células del NSQ que contienen el gen per1 mantienen un estado de excitación eléctrica, pero no hacen descargas. Las pulsaciones son realizadas, durante un breve periodo, al atardecer. Después, se mantienen en calma durante la noche, antes de otro que se produzca otro periodo de actividad, cerca del amanecer.
Esta pauta de pulsaciones es la señal, o código, que el cerebro envía al resto del cuerpo para que éste mantenga sus ritmos.
Otros avances
Daniel Forger lleva años investigando el reloj biológico. Para ello, el científico ha utilizado técnicas procedentes de diversos campos, incluidos el de la simulación informática, el de los modelos matemáticos o el del análisis matemático.
En esta línea, en junio de este mismo año Forger y otros investigadores fueron noticia por haber desarrollado un programa informático basado en un modelo matemático, que prescribía un régimen para evitar el jet lag.
El régimen, descrito en la revista PLoS Computational Biology consistía en la aplicación de exposición luminosa sincronizada. Un programa indicaba a los usuarios los momentos del día en que se debían aplicar luz brillante, para reducir los efectos de la disritmia circadiana.
Según publica la UM en un comunicado, este descubrimiento podría desbancar la teoría hasta ahora imperante sobre el reloj interno de nuestro organismo.
El conocimiento acerca de cómo funciona el reloj biológico sería un paso esencial hacia la corrección de ciertos problemas del sueño, como el insomnio o el desajuste causado por los vuelos a lugares distantes (conocido como jet lag o disritmia circadiana).
Cronómetro del cuerpo
Por otro lado, comprender a fondo este funcionamiento ayudaría a tratar enfermedades influidas por el reloj interno, entre ellas, el cáncer, el Alzheimer o el trastorno bipolar, señala el autor de la investigación, el matemático de la UM, Daniel Forger .
Según Forger, “ahora que sabemos en qué consiste la señal (del reloj biológico) deberíamos ser capaces de cambiarla, con el fin de ayudar a las personas”.
El cronómetro principal del cuerpo se encuentra en una región central del cerebro llamada núcleo supraquiasmático o NSQ. Este núcleo regula los ritmos biológicos en intervalos regulares de tiempo del organismo, mediante la estimulación de la secreción de una hormona llamada melatonina por la epífisis o glándula pineal.
Se sabe que la destrucción de esta estructura provoca la ausencia completa de ritmos regulares en los mamíferos.
El núcleo supraquiasmático funciona de la siguiente forma: recibe información sobre la luz ambiental a través de los ojos, e interpreta esta información sobre el ciclo luz/oscuridad externo, enviando posteriormente señales a la glándula pineal o epífisis que segrega la melatonina. La secreción de melatonina es baja durante el día y aumenta durante la noche.
Modelo equivocado
Durante décadas, los científicos han creído que el ritmo con el que las células del NSQ emiten sus señales eléctricas (más rápido durante el día y más lento durante la noche), es lo que controla el ritmo y el tiempo de los procesos de todo el cuerpo.
El “metrónomo” de nuestro cerebro emite señales a ritmo más rápido durante el día, y a ritmo más lento durante la noche, y el cuerpo va ajustando sus ritmos cotidianos (los ritmos circadianos) en concordancia.
Esta idea, que ha prevalecido durante años, parece no ser cierta según las evidencias recopiladas por Forger y sus colaboradores. El viejo modelo explicativo estaría “completamente equivocado”, afirmó el científico.
Según él, el verdadero mecanismo es muy diferente de lo que hasta ahora se creía: la señal de ritmo enviada desde el NSQ estaría en realidad codificada en una compleja pauta de “pulsaciones”, a la que hasta ahora no se había prestado atención.
Forger afirma: “hemos desvelado el código del día circadiano y esa información podría tener un impacto tremendo en todo tipo de enfermedades afectadas por el reloj”.
Pauta de pulsaciones
El equipo de científicos recolectó datos sobre las pautas de pulsaciones de más de 400 células de NSQ de ratón. Posteriormente, conectaron los datos experimentales con un modelo matemático, que ayudó a probar y verificar la nueva teoría.
Aunque el trabajo experimental se hizo con ratones, Forger afirma que es probable que el mismo mecanismo opere en los humanos.
En los mamíferos, el NSQ contiene tanto células del reloj biológico (que expresan un gen llamado per1) como células ajenas a él. Durante años, los investigadores de la biología circadiana han registrado las señales eléctricas de una mezcla de los dos tipos de células. Esto ha llevado a una imagen equivocada del funcionamiento interno del reloj.
Forger y sus colaboradores fueron capaces de separar las células de reloj de las que no componen el reloj, centrándose en las que expresaban el gen per1. Luego registraron solamente las señales eléctricas producidas por las células de reloj. La pauta que emergió corresponde a las predicciones hechas por el modelo de Forger, es decir, supuso la demostración de esta nueva teoría.
Concretamente, los investigadores descubrieron que durante el día las células del NSQ que contienen el gen per1 mantienen un estado de excitación eléctrica, pero no hacen descargas. Las pulsaciones son realizadas, durante un breve periodo, al atardecer. Después, se mantienen en calma durante la noche, antes de otro que se produzca otro periodo de actividad, cerca del amanecer.
Esta pauta de pulsaciones es la señal, o código, que el cerebro envía al resto del cuerpo para que éste mantenga sus ritmos.
Otros avances
Daniel Forger lleva años investigando el reloj biológico. Para ello, el científico ha utilizado técnicas procedentes de diversos campos, incluidos el de la simulación informática, el de los modelos matemáticos o el del análisis matemático.
En esta línea, en junio de este mismo año Forger y otros investigadores fueron noticia por haber desarrollado un programa informático basado en un modelo matemático, que prescribía un régimen para evitar el jet lag.
El régimen, descrito en la revista PLoS Computational Biology consistía en la aplicación de exposición luminosa sincronizada. Un programa indicaba a los usuarios los momentos del día en que se debían aplicar luz brillante, para reducir los efectos de la disritmia circadiana.

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