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Fabrizio Ferri-Benedetti el día 19 octubre, 2011
Dos clic de ratón y el programa que acabas de instalar no se abre. O bien sí se abre, pero muestra un error a los pocos segundos y entonces se cierra o desaparece de repente. Y tú te quedas mirando el fondo de pantalla, que es bonito, sí, pero que no sirve de consuelo.
Las razones por las cuales una aplicación se cierra inesperadamente -a veces llevando a otros consigo- son muchísimas, pero se pueden agrupar en unas pocas categorías. Conocerlas te pondrá sobre la pista del error y de su solución.
1. Falta algún archivo esencial, biblioteca DLL o plugin...
Configuración incorrecta, no se puede iniciar... Un síntoma de que falta .NET Framework.
Muchos programas necesitan componentes extra para funcionar. Esto puedes saberlo leyendo de antemano los requisitos del programa. Los cuatro componentes necesarios más habituales suelen ser...
Para evitar este tipo de problemas recomendamos que instales los 15 plugins y componentes más importantes. Si lo haces, difícilmente volverás a ver un error de DLL ausente. Otra posibilidad es que los controladores de tu hardware no estén al día; en ese caso, lo mejor es actualizarlos.
2. Incompatibilidad con el sistema operativo o el procesador
Ejecutar un programa para Windows de 64 bits en Windows de 32 bits no es posible. Lo mismo ocurre con algunos programas diseñados para las últimas versiones del sistema operativo de Microsoft.
Live Messenger 2011 es un ejemplo de programa incompatible con Windows XP
Si ves un mensaje de error relacionado con la versión de Windows, no desesperes: aún puedes pedir, en la pestañaCompatibilidad del ejecutable, que Windows simule ser una versión antigua.
3. No se cumplen los requisitos mínimos
Hoy en día es poco frecuente que un programa no funcione por ejecutarse en un ordenador poco potente, pero determinados programas, especialmente los juegos de última generación y los editores de vídeo, piden mucha máquina.
Por suerte Windows suele ser bastante comunicativo ante este tipo de problemas. Como último recurso, si recibes un aviso de memoria insuficiente, tarjeta gráfica sin aceleración 3D o espacio insuficiente en el disco duro, prueba lo siguiente:
Si tras tomar esas medidas los problemas de rendimiento persisten, entonces tendrás que actualizar algunas piezas del hardware; con las antiguas puedes hacer una de las cosas que sugerimos en este artículo...
4. Conflicto con otros programas / acceso al mismo recurso
Algunos programas pueden entrar en conflicto con otros que ya estén en marcha. La causa más habitual es el acceso a algún recurso de sistema ya en uso, como una cámara web o un espacio de memoria reservado. Los antivirus, por ejemplo, rara vez pueden convivir porque suelen "sentarse" en la misma "silla" de memoria.
Las soluciones pasan por reinstalar el viejo y el nuevo programa, actualizar ambos (para resolver conflictos ) o en todo caso lanzarlos por separado (nunca juntos). Para atajar conflictos en el momento en que ocurren, echa mano del Administrador de tareas o una de sus alternativas.
5. Un virus ha infectado el programa
Un evento que nunca cabe descartar en caso de cuelgues inesperados, pantallazos azules, bloqueos y fallos al abrir programas es la infección vírica. El diseño generalmente tosco de muchos virus afecta al sistema de manera impredecible, y los programas pueden dejar de funcionar con normalidad. Como si el PC tuviese fiebre, sí.
En nuestra Guía de Primeros Auxilios Informáticos explicamos los pasos necesarios para devolver el ordenador a un estado óptimo sin que debas formatear el ordenador, incluyendo la desinfección con antivirus gratuitos.
6. Falsa alarma del antivirus (con bloqueo)
Sin embargo, tan cierto es que los virus son agresivos... como que algunos antivirus se pasan de precavidos, especialmente si tienen la detección de amenaza desconocida activada; en ese caso, programas totalmente seguros pueden caer víctimas del exceso de seguridad y ser bloqueados y eliminados.
El Sandbox de Avast puede bloquear programas inocentes si le das a OK con demasiada alegría
7. No hay permisos de ejecución suficientes
Hay permisos de usuario y luego permisos de administrador. Los primeros permiten hacerlo casi todo, excepto instalar programas o ejecutarlos por primera vez en algunos equipos. Solo con los segundos, los de Admin, puedes hacer todo lo demás.
Si Windows te deniega el acceso a un programa o no te permite instalarlo o hacer algo con él, cambia el tipo de tu cuenta de usuario a Administrador (este documento de Microsoft explica cómo).
8. El sistema está corrupto (¡hay archivos dañados!)
Cuando Windows ha sufrido daños irreparables, por ejemplo tras limpiezas demasiado agresivas o cortes del suministro eléctrico, los programas que dependen de él pueden dejar de funcionar. En ese caso...
9. Problema de asociación de archivos EXE o LNK
Uno de los problemas más peculiares relacionados con la ejecución de programas es el que tiene que ver con la asociación de archivos. Los BMP se abren con Paint; los TXT se abren con el Bloc de notas; ¿y los EXE? Si un virus u otro programa toquetea la asociación de archivos EXE o LNK (accesos directos), ¡ya no podrás abrir programas!
Esto... ¿con qué abro yo un EXE?
Para arreglar semejante desaguisado, aplica los parches de Doug Knox para archivos EXE y LNK (solo XP) o los de SevenForums para Vista y 7 (para EXE y LNK). Estos archivos .REG parchean el Registro de Windows para que todo vuelva a la normalidad.
10. Hay otra instancia abierta
Hay programas que solo se pueden abrir una vez, o que si se han colgado impiden que puedas volver a abrirlos con normalidad. Un ejemplo de ello es Firefox, que no permite abrir otra ventana de navegación si la principal está bloqueada y perdida en algún sitio de la memoria.
Para solucionar esto, nada mejor que abrir el Administrador de tareas y cerrar el proceso culpable. Otra cosa que puedes hacer es echar un vistazo a la barra de tareas para ver si el programa ejecutado sigue ahí. Y para evitar dobles ejecuciones, recurre a SingleInstance.