Nuestra selección está hoy 20 puntos debajo de ellos y eliminados. Aquí, una mirada de todo lo que hizo bien la “Roja” para estar en el Mundial y de todo lo que hizo mal Perú para verlo por TV.
Por José Lara / Carlos Bernuy
A veces el futuro se resuelve respondiendo una sola pregunta. Sigamos esta premisa, por nuestro bien. ¿Cómo Chile, que tuvo jugadores que se juerguearon en la Copa América de Venezuela 2007 y que fue último en las eliminatorias para Corea-Japón 2002 puede haber conseguido brillantemente su pasaje a Sudáfrica 2010 y mirar desde arriba de la tabla a una selección como la nuestra?
La respuesta es sencilla. Mientras aquí Manuel Burga sigue atornillado al sillón de la FPF (y amenaza con seguir), en el país vecino un hombre capacitado como Harold Mayne-Nicholls arrasó en las elecciones de fines de 2006 a Reynaldo Sánchez quien, al estilo Burga, quería una reelección. El elegido no perdió tiempo y empezó a buscar rivales de primer nivel para los amistosos de su selección. Y cuando se tuvo que cortar el proceso de Nelson Acosta, el DT en la Copa América, se lanzó a la búsqueda de un DT A-1 para que hiciera un trabajo a largo plazo.
Hasta Rosario llegó el propio Mayne-Nicholls, sin la burocracia de una comisión seleccionadora, a ensuciarse las botas y convencer rápidamente a Marcelo Bielsa de un proyecto serio, sin trabas, a largo plazo. El “Loco’, después de revisar infinidad de videos de sus futuros dirigidos, aceptó el reto. Aquí, en Perú, nos aprestábamos a iniciar la eliminatoria con una Comisión Sudáfrica 2010 que ya había dado muestras de incapacidad. Primero le ofreció el cargo a Juan Carlos Oblitas –tanto que Juan Reynoso dejó todo en México y vino a Lima para trabajar como asistente del “Ciego’–, pero luego, por presiones de algunos de los miembros, optó por elegir a Julio César Uribe, que ni siquiera había estado en el lote de candidatos previos.
Si bien Bielsa cobra 1 millón 800 mil dólares por año (aquí se incluye el sueldo de sus asistentes), la federación chilena le canceló el primer año solo con la taquilla del duelo ante Perú, por la segunda fecha. Hasta hoy, la “Roja’ ha generado 40 millones de dólares en ganancias. Perú, en cambio, termina en rojo y con Del Solar y sus asesores embolsándose casi un millón y medio de dólares.
EL MANEJO BIELSA. En Chile, Bielsa decidió vivir en el complejo Juan Pinto Durán. Ordenó remodelar los cuartos y mejorar las canchas (eso costó un millón de dólares) e hizo de ese lugar su búnker particular. Ahí vive y trabaja las 24 horas del día analizando hasta el más mínimo detalle, no como Del Solar, quien fue el primero que dejó la concentración aquella noche en que explotó el escándalo del Hotel Golf Los Incas.
Bielsa vive el fútbol intensamente y asiste a los estadios a ver uno o dos partidos los sábados y los domingos. En nuestro país, Paulo Autuori se la pasaba viajando a Brasil, Francisco Maturana solía escaparse al hipódromo y Del Solar volaba cada vez que podía a España.
Como Pinto Durán antes de Bielsa, la Videna les dio la bienvenida a orquestas de salsa, cómicos y “amiguitos’ de los jugadores, sin contar las mujeres y el trago que circularon aquella noche del Golf. Además, los jugadores viven con el celular en la mano en plena concentración, algo que el argentino no toleró. Con Bielsa, los indisciplinados como Mauricio Pinilla no tuvieron espacio desde el principio y las reglas fueron claras para todos. Del Solar soltó la rienda a los pesos pesados y ya sabemos lo que pasó.
Con liderazgo, Mayne-Nicholls logró que los clubes le dieran total apoyo a la selección. El campeonato chileno se adaptó a los intereses de la “Roja’. Aquí, cada torneo es más enredado y tiene más fechas que el anterior, no importa cuánto complique a la selección. Y, obviamente, Burga se lava las manos cual Pilatos. Para él, que vive del fútbol hace 17 años, cuando llegó a la Videna(era directivo de Adecore), las culpas siempre son de los demás.
Además, mientras el “Loco’ le dio un estilo de juego a Chile y elevó la competitividad de los jugadores, Del Solar convocó a 82 jugadores y no consolidó a ninguno de ellos. Decir que los jóvenes Zambrano o Ballón son su hechura sería demasiado reconocimiento para alguien que, a diferencia de Bielsa, que dirigió a la selección sub 21 y supervisó las categorías menores de Chile, nunca acompañó a una delegación juvenil a un torneo internacional.
Mientras la dupla Mayne-Nicholls-Bielsa condujo con acierto, profesionalismo y dedicación a la “Roja’, el dúo Burga-Del Solar nos mostró la peor cara de la improvisación. Dos tipos sin respuestas e indiferentes al dolor del hincha. Culpables mayores de esta debacle.
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